jueves, 26 de agosto de 2010

Insignificantes.

Cuando algo se nos tuerce nos sentimos perdidos. Si suspendemos un examen, si terminamos una relación amorosa, si discutimos con la familia o amigos... Tenemos la sensación de que todo el mundo gira nada más y nada menos que para fastidiarnos. Nos sentimos las personas más desdichadas del mundo, como si nadie en el mundo pudiese estar peor que nosotros. Y ponemos la radio. No sé exactamente por qué, pero entonces desde la primera hasta la última canción nos recuerda lo desgraciados que somos. Si nuestros problemas son de índole amoroso, lo hemos arreglado. Por alguna extraña razón vivimos en un mundo en el que todo el mundo tiene que hablar de amor (o al menos todos los que suenan). De lo felices que son, de lo que duele tu ausencia, de lo vacío que me has dejado. Somos un coñazo.




Asique ahí estamos. Tumbados bocarriba en la cama, mirando el mismo techo que llevamos viendo años, derramando lágrimas de dolor al escuchar a Alejando Sanz cantar... Y yo os digo... ¿Somos imbéciles? Es decir, se que uno lo pasa mal y esas cosas, no quiero despreciar los sentimientos de nadie pero... ¿No nos da vergüenza? Nos ahogamos en un vaso de agua cada vez que una mínima parte de nuestros planes se tuerce, y al fin y al cabo... ¿Qué importa? Aprendamos a darle perspectiva a las cosas... Miles de personas mueren por enfermedades que tienen cura, o incluso vacunas. Nos estamos cargando el planeta y las devastadoras consecuencias las están sufriendo la gente más necesitada (Pakistán, México, Brasil...). La mayoría de la ropa que te compras cuando estás "Depre" la fabrican personas (por no decir niños) explotados... ¿Y tú estás triste porque el imbécil de tu novio te ha dejado? Dúchate, vístete, sal con tus amigos a comerte el mundo y mañana haz algo por la gente que no tiene nada. No hace falta que te vayas a Pakistán a ayudar, en tu mismo ciudad hay personas que lo pasan fatal y muchos medios para ayudarlos, porque todos deberíamos ser conscientes de que no hay nada que cure el dolor que sentimos, excepto el hecho de ser conscientes de que estamos ayudando a los demás.



PD: Mi frase favorita: Si tu problema tiene solución... ¿Por qué te preocupas? Y si no tiene solución... ¿Para qué te preocupas?

martes, 24 de agosto de 2010

Comienzo.

Dicen que los comienzos son duros. Yo pienso que todo dependerá de las expectativas de cada uno.
Parece que está de moda (vale, hace ya bastantes años) esto de los blogs, asique, ¡Por fin!, me he animado a dar rienda suelta a mi creatividad tras el dulce cobijo que presenta una fría pantalla y varios botones que se convierten en letras.
Mi segunda tarea era el ¿De qué? (El cómo ya lo tenía solucionado). A veces tengo la impresión de que para hacer algo interesante primero debes saber lo que quieres hacer, y eso yo no lo tenía para nada claro, asique, ¿Para qué escribir un blog si no sabes de qué escribir? Barajé varias ideas, pero al final ninguna cuajaba... Y es que, ¿No os dais cuenta (le pregunto a alguien que pueda llegar a leerlo, si pasa algún día) de que el miedo a lo desconocido, al fracaso, es lo que consigue que nosotros mismos nos saboteemos? Me ha quedado una pregunta muy larga.
Ayer di un paseo. Parece algo normal, pero no me gusta pasear asique... Volviendo, en mi paseo me di cuenta de que no tengo que saber en este preciso momento en qué quiero convertir esto, solo quiero que alguien, algún día, lo encuentre útil.
Mi madre me dijo una vez que internet era como una gran ciudad. Yo acabo de comprarme el piso, y aún me estoy instalando.

Gracias.